jueves, 3 de mayo de 2012

Un juego maldito:El Rompecabezas



Que tal una pequeña historia "familiar"; es una de esas leyendas perdidas en el tiempo, que parecen no tener gran auge entre las que se cuentan de generación en generación, voz a voz,  pero me pareció buena al escuchar sobre ella y quisiera compartirla con uds., solo espero la imaginen tal como lo hice yo.

Trata sobre un objeto aparentemente inofensivo, y el gusto de una familia por jugar con el: un Rompecabezas. La historia dice que una familia conformada por los padre, madre e hijo (por cierto ya adolescente) tenían un hobbie al cual estaban dedicados desde hace tiempo: armar rompecabezas, de uno y mil estilos, entre mas grandes mejor, se podía ver la mesa del comedor llena a diario de una cantidad innumerable de piezas y la familia ensimismada en terminarlos. Paisajes de campos, edificaciones, embarcaciones, no había límite, sea cual fuere lo armarían; un pasatiempo que solo integraría a la familia (pero de que forma).

Sentían principal aprecio por los rompecabezas antiguos, les llamaba mucho la atención armarlos y ver el resultado, igual al de la caja en el que estaban empacados. Casualmente, un día fueron a comprar otro ejemplar, otro rompecabezas en el que ocupar sus tardes libres, y ahí estaba , un rompecabezas muy viejo, trabajado a mano, cada pieza estaba hecha en madera delicádamente tallada y, curiosamente en la caja no había una ilustración de referencia que dejará ver cual sería el resultado final, lo cual intrigo mucho mas a la familia y por ende se convertiría en un nuevo reto, el saber que curiosa figura se esconde en el laberinto de piezas casi interminable que lo conformaba; tanta era la curiosidad causada por este rompecabezas que a duras penas oían algunas frases que se le soltaban al viejo vendedor sobre este objeto, frases como: "se termina en una noche" o "el resultado es más que una sorpresa", a las cuales no le colocaron ningún cuidado, y mucho menos a quien era el fabricante, un asesino ejecutado en Baviera, un asesino que había matado a varias personas de forma horripilante, un asesino en serie; pero solo querían llevárselo y empezar a armarlo.

Dicho y hecho, la familia esa misma tarde se concentró en el rompecabezas, pieza tras pieza, prueba y error, intentando encajar una con otra, sin mas aliento que el terminarlo  de una buena vez. Tal era la concentración de la familia que no escuchaban los ladridos de su perro (un faldero pequeño y cansón)  cuando este escuchaba algunos ruidos fuera de lo normal dentro de la casa, pero eso no importaba, lo único importante era acabar de armarlo. Afanados en completarlo se concentraron mucho mas, querían terminarlo a como diera lugar, y mas aún cuando vieron que en una de las partes ya armadas aparecía un perro extrañamente parecido al que ellos tenían y parte de la cocina  de su casa (ellos estaban en el comedor auxilar, en la cocina). El miedo y a la vez la curiosidad se apoderaron de ellos y no se fijaban mas si no en continuar su labor, una que nunca podrían admirar del todo. Al otro día encontraron a la familia junto con el faldero brutalmente asesinados, todos descuartizados y lógicamente nunca se supo quien fue el asesino. Hoy en día el paradero del rompecabezas es un misterio.

Ojo, aténgase de armar un rompecabezas cuyo resultado final es incierto, sigan con los q tienen el dibujito en la caja...

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