Existen mil historias de manicomios, locos que rondan en las calles persiguiendo a "soledad", psicópatas encerrados que en un principio eran inocentes personas que no mataban una mosca.
Esta es una de esas leyendas: En España, en un sanatorio, un hospital mental, el mas famoso te doto, por tener enclaustrados en sus paredes a los tipos mas locos del país, asesinos en serie que solo viven y sueñan por la sangre, psicócatas reseñados que están en este lugar como objeto de investigación.
Justo una noche fría y lluviosa (por lo general siempre pasa algo en este tipo de noches), uno de estos personajes escapó del sanatorio, un asesino maniático cuyas ansias calmaban al tomar la vida de alguien mas. Esa noche las autoridades hicieron allanamientos, retenes para dar con el asesino, los avisos en tv y radio abundaban, los noticieros tenían como titular al escape de este desquisiado, y todo el pueblo sabía de la existencia de el, todos menos un par de desafortunados, otro par de locos pero de amor, dos jóvenes enamorados que volvían a casa después de festejar su compromiso. Tanta felicidad sería causa de su desgracia, pues por estar celebrando olvidaron llenar de combustible el tanque de su auto, y el trayecto de vuelta era largo. Era la 1 AM y el vehículo quedo varado al lado de la carretera, afortunadamente había una estación d servicio a pocos kilómetros de donde estaban, a pie serían 10 o 15 minutos en ir y volver. Ella no estaba de acuerdo con que el fuera solo: lo peligros de andar en la noche,la oscuridad que se apoderaba de aquel lugar a esa hora y mil razones mas, no fueron suficientes para convencer a su prometido, el solo atinó a decirle que no se preocupara, que era una vía muy transitada y los policías se la pasaban haciendo rondas nocturnas; ella finalmente asintió.
Pasaron 10 minutos, 15,20, 40 minutos y el no aparecía. Ella misma se animaba pensando que la estación pudo estar cerrada y fue a buscar otra, o estaba en alguna vivienda próxima pidiendo un poco de gasolina, pero la verdad estaba aterrada; pero el cansancio, los tragos de aquella celebración hicieron efecto, empezaba a cabezear de un lado para otr, aunque no quería dormirse el sueño la invadía hasta que no pudo mas y quedo dormida en el asiento del copiloto.
Pasaron un par de horas y un golpeteo constante y fuerte en la parte de arriba del auto la despertó de sopetón. Eran golpes secos y fuertes, como si quisieran entrar al auto; ella apenas se estaba refregando los ojos para poder ver bien, la luz entraba directo a ella, y al abrirlos vio las ventanas llenas con salpicaduras de un líquido rojizo, estabán llenas de sangre. Solo atinó a levantarse ,salir del auto y correr deseperadamente y a tropezones, Basta sorpresa se dio al dar la vuelta por un momento para ver que ocurría. Una imagen dantezca: un tipo encima del auto con una sonrisa burlona, una bata blanca ensangrentada y con su mano derecha golpeaba de forma alocada el techo del auto con una cabeza cortada desde la raíz del cuello y con las cuencas de sus ojos vacías, la cabeza de su prometido.
La joven se salvo de milagro, y horas después, el psicópata fue capturado y encerrado. Pero aquella noche fue la última de una vida normal para la mujer: enloqueció por completo y cada vez q llega la noche recuerda ese momento en el que una noche de felicidad se convertía en una risa macabra dibujada en el rostro de su prometido decapitado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario